Salo tiene 80 años y Cuca, 76. Llevan 50 años de casados.
Ambos cobran la jubilación mínima y alquilan desde la crisis de 2001, cuando perdieron su casa.
Desde entonces, él hace trámites en distintas inmobiliarias y gestiones en juzgados, para llegar a fin de mes. Ella tiene un estado de salud precario.
Recientemente, los desalojaron porque hace varios meses que no podían pagar las expensas y el alquiler. Para no dejar deudas, pidieron un préstamo de $6.000 y les estába costando mucho afrontar el alquiler y la devolución de lo adeudado.
Salo es un hombre muy educado y está siempre dispuesto a ayudar a los demás. Necesitaba un empujoncito para salir adelante y juntos pudimos dárselo!
¡Gracias a todos los que se sumaron!
Salo tiene 80 años y Cuca, 76. Llevan 50 años de casados.
Ambos cobran la jubilación mínima y alquilan desde la crisis de 2001, cuando perdieron su casa.
Desde entonces, él hace trámites en distintas inmobiliarias y gestiones en juzgados, para llegar a fin de mes. Ella tiene un estado de salud precario.
Recientemente, los desalojaron porque hace varios meses que no podían pagar las expensas y el alquiler. Para no dejar deudas, pidieron un préstamo de $6.000 y les estába costando mucho afrontar el alquiler y la devolución de lo adeudado.
Salo es un hombre muy educado y está siempre dispuesto a ayudar a los demás. Necesitaba un empujoncito para salir adelante y juntos pudimos dárselo!
¡Gracias a todos los que se sumaron!