Carlos y Esther se conocieron en nuestras actividades para adultos mayores y decidieron unir sus vidas. No tienen hijos. Su salud está bastante desmejorada. Cobran la jubilación mínima.
Unos sobrinos les cedieron un departamento de 2 ambientes para que su vida sea un poco más sencilla. Se les rompió la cocina y quisimos ayudarlos para que el invierno los agarre mejor parados.
¡GRACIAS! Juntos pudimos transformar esta oportunidad en una solución solidaria